¿Motivar o desmotivar?

Mi reflexión de hoy está basada en un caso cercano y real, os pongo en situación:

Mi hijo de casi 8 años este curso ha cambiado el fútbol por el baloncesto y de su año de nacimiento no había suficientes niños para formar un equipo así que los han juntado con los que son 1 año más grande y llevan ya desde el año pasado entrenando. Entrenan 2 días a la semana y esta ha sido su segunda semana.

Una de las mamás que ha empezado con mi hijo, esta tarde me cuenta disgustada que se le ha planteado un dilema ya que a pesar de que su hijo está muy ilusionado por practicar este deporte el responsable del equipo le transmitido que no ve a su hijo con las condiciones necesarias para que continúe. Ella ha valorado su honestidad, pero por otro lado no sabe como decirle a su hijo que deje este deporte que, además, es el único deporte por el que muestra interés. Por ello ha pedido que aunque no juegue los partidos le permitan asistir al entrenamiento.

La respuesta del responsable, fue que los niños son muy crueles y que al final si uno de los niños no da la talla los otros se pueden meter con él o no terminar aceptándolo en el equipo, por lo que dificultaría su integración y que él eso no lo podía controlar.

Yo me pregunto:

¿Fue realmente honesto, basándose en que lo más fácil para él era seguir cobrando a la mamá el dinero para nada?

¿Quién valora que para nada?,

¿Se planteó  que lo que para él es para nada, para su mamá es un todo?

Esta mamá es consciente de que su hijo no es el más habilidoso para los deportes, pero tampoco pretende que lo sea, ella, como todas las mamás, sólo quiere que su hijo sea feliz, que luche por conseguir lo que quiere, que tenga amigos, que practique deporte. ¿ Es tan difícil intentarlo? ¿No es acaso lo que queremos todos?

Todo esto a mi me da que pensar

  1. Sólo han entrenado 4 días por lo que me parece prematuro
  2. Quizás el niño hoy por hoy no tenga las cualidades físicas necesarias, pero tiene lo más importante, la ilusión. ¿Qué es más importante que un niño asista a practicar un deporte porque lo manden papá y mamá o que un niño tenga ganas de aprender?
  3. ¿Por qué no motivarle a pertenecer a un equipo?
  4. ¿Por qué no enseñar a los entrenadores a sacar del niño lo mejor de sí mismo?
  5. ¿Por qué no enseñar al resto del equipo que entre todos hacen 1?

Yo he sido jugadora, árbitro y entrenadora de baloncesto desde benjamines hasta cadetes y si de algo me sentía orgullosa de este deporte tan bonito es de la capacidad que ofrece de trabajo en equipo. Por supuesto que he entrenado niños con más y con menos habilidades, pero jamás y nunca se me pasó por la cabeza tirar a la basura la ilusión de ningún niño.

¿ Qué valores queremos trasmitirle a los niños? ¿Está bien decirle a un crío de 8 años que no lo intente?

Quizás el niño descubra por si sólo más adelante que este deporte no le aporta lo que creía, pero…¿No debe ser él acaso el que decida si quiere seguir intentándolo?.

Y por último le preguntaría a este responsable

Si mañana en un encuentro tu equipo va perdiendo de 12 puntos  y quedaran 2 minutos para terminar el partido, ¿ Les dirías a los chavales que se sentaran en el banquillo porque ya está todo perdido? 

Desde mi punto de vista ese no es el espíritu de lucha y trabajo que yo pretendo enseñar a mis hijos. 

Creo que este señor se ha equivocado.

Desde aquí aprovecho para dar ánimos a B.O. «Sólo el que intenta las cosas lo consigue»

Me gustaría conocer otras opiniones respecto a este tema, déjame tu comentario y aprenderemos todos.

Young Boy Playing Basketball

6 Respuestas a “¿Motivar o desmotivar?

  1. Empiezo por felicitarte por el interesante debate que has abierto y por la brillante exposición de los hechos, no juzgando sino abriendo la puerta a la reflexión.

    Bajo mi punto de vista se juntan dos circunstancias:

    1. El uso del deporte por colegios o entrenadores como medio de promoción de la institución escolar, donde un buen equipo de fútbol o baloncesto o natación da mayor prestigio a un colegio.

    Es una práctica muy anglosajona y heredada en España por ciertos colegios «de élite» que tiene sus pros en la identificación y promoción de grandes deportistas, pero su contra en que quedan fuera aquellos con menores aptitudes.

    ¿Hubiera existido un equipo como Estudiantes en los años 80 y 90 sin esa política en el instituto Magariños? Probablemente no. Pero, ¿cuantos niños quedaron fuera de sus sueño en el camino?

    2. La motivación al menor y la igualdad de oportunidades.

    Sacar a un niño con menores capacidades de un equipo deportivo puede ser cruel si consideramos que no se le dan oportunidades a sus ilusiones. Pero también es proteccionista, en un mundo imperfecto, donde incluso los menores tienen cierta malicia y podrían hacer que el menos capacitado del equipo fuera objeto de burla por los demás.

    Y ahí el dilema del entrenador, a la hora de aconsejar a los padres sobre sí incluir o excluir del equipo.

    A partir de ahí expreso mi opinión que quizás os parezca dura, pero que es honesta, reflexiva y escrita con corazón.

    Puedo entender que un entrenador recomiende no formar pare de un equipo a chicos de entré 16 y 20 años, cuando el equipo ya es maduro y se persiguen ciertos logros deportivos. En esa edad los chicos y chicas son maduros para aceptar que jugar allí en desventaja frente al resto no es su mejor opción.

    Pero ni entiendo ni apruebo que un entrenador excluya o desaconseje entrar en un equipo Benjamín a niños de 8 años. Ni el equipo es profesional (todos están aprendiendo) ni el objetivo de ese equipo debe ser ganar y ganar. El objetivo debería ser hacer equipó.

    Con 8 años ningún niño o niña tiene limitaciones para hacer nada. Pueden aprenderlo todo y destacar en todo.

    Las limitaciones, entonces, no son del niño. Son del entrenador; que no es capaz de potenciar las capacidades físicas de todos, y que tampoco parece capaz de inculcar en el resto de compañeros los valores éticos y cristianos de ayudar y respetar al que tiene menos capacidades.

    Es muy fácil ser entrenador de «Gasoles». Pero el que es realmente buen entrenador es el que crea figuras y potencia las capacidades de todos para hacer un equipo. Y el que entiende de psicología e inteligencia emocional para gestionar la relación entre los miembros del equipo.

    Cerrando. En el caso que describís creo que la mediocridad del entrenador es mayor que las limitaciones del niño.

    Buscas otro entrenador u otro equipo.

    O planteadle esta pregunta: si usted fuera profesor de matemáticas, ¿recomendaría a un niño de 8 años que se fuera del colegio porque no resuelve los problemas como los alumnos más listos de la clase?

    En cualquier disciplina y más en edades tempranas un buen profesor es el que enseña y se esfuerza porque todos sus alumnos saquen lo mejor de sí mismo. Excluir a los menos aventajados es injusto y evidencia de la falta de capacidades del profesor/entrenador, nunca del alumno.

  2. Primero decirte que me ha encantado tu reflexión! ♥ Gracias por compartir pensamientos de educación emocional y valores.
    En segundo lugar, mi opinión. En estas situaciones solo cabe un análisis objetivo de todas las circunstancias. Este año he visto cómo dos niños del equipo de de fútbol de mi hijo (federado) han abandonado el equipo porque sufrían por las críticas de algunos niños por ser los más flojitos… imagino el dolor y no me gustaría para mi hijo ni para nadie. Evidentemente habría que haber echado a otros por falta de educación y valores, pero seamos realistas… esta sociedad equivocada no funciona así. Así que yo quizás optaría por otro equipo, donde busquen más estimular el juego en equipo que la competitividad… No es justo, pero sería mi opción: que disfrute con lo que le gusta en un ambiente que le ayude a completarse de forma positiva para encontrar un día aquello en lo que es genialmente genial siendo feliz. No lo entiendo como una renuncia a un sueño, sino como una ubicación en él. Nunca pensaría que mi hijo no vale para ese equipo, sino que ese equipo no vale para él.
    Ánimo para esa mamá y su hijo, porque hay un mundo que los está esperando por lo maravillosos que ya son! ♥

  3. ufff, ya te digo, yo creo que a esas edades es cuando hay que empezar a demostrar a los niños el espiritu de equipo, que todos somos un uno, y que nadie es imprescindible. Machacar la ilusión de un niño es lo peor que se puede hacer, hay que apoyarle siempre, animar al resto a integrarlo, y si el mismo se da cuenta que por mucho que haga no es lo suyo, lo acabara dejando, pero siempre hay que dar oportunidades. Yo creo que es un problema de querer ganar, mas de querer jugar, eso de que los niños son crueles es cierto, pero siempre ha sido así, y el entrenador tiene que hacer su funcion de sheriff, de dar un golpe en la mesa, y dejar claro que todos son los mejores, y que lo importante es hacer deporte. Si algo quieres y te gusta lucha por ello, busca la oprtunidad en todo momento, y no dejes nunca que un sueño lo abandones por otras personas, si quieres, puedes conseguirlo. be happy.

    • Muchas gracias por tu comentario, estoy totalmente de acuerdo contigo, pero como ves todo para otros lo importante es ganar, ¿reflexionaría el entrenador si leyera este post? ¡Ojalá!

Te invito a dejar un comentario.